Es el riesgo de crédito de una inversión, que no depende de la solvencia del emisor, sino de la de su país de origen. Mide la probabilidad de incumplimiento de las obligaciones financieras de una nación debido a factores que van más allá de los riesgos inherentes. Cuanto mayor sea el riesgo, peor calificación recibirá el país, teniendo en cuenta variables relacionadas con el entorno macroeconómico, la estabilidad política y el marco jurídico e institucional.
El riesgo país se refiere al riesgo asumido cuando se suscriben o adquieren títulos de renta fija o variable emitidos por las entidades de un país, o bien al conceder crédito o préstamos a los residentes del país. La existencia de riesgo país podría producir el retraso o imposibilidad de cobro parcial o total de la deuda.
Una tercera definición corresponde al índice de la confianza de los mercados en la capacidad del Estado para hacer frente a sus deudas y obligaciones. De hecho, existen innumerables agencias de calificación que publican una clasificación de los países en función de su situación política, económica y social.
El riesgo país contempla tres áreas de incumplimiento:
Riesgo soberano: Riesgo de impago de deudas, aplicable tanto a países como a empresas o individuos o administraciones públicas. Este dato lo arroja una empresa especializada en calificación. Se trata de una herramienta útil para bancos y acreedores que quieren asegurar que la inversión realizada en estas deudas será recuperada.
Riesgo de transferencia: Posibilidad de impago por escasez de divisas en el país que emite la deuda.
Riesgos derivados de la actividad financiera internacional: Relacionado con el éxito o fracaso del sector empresarial. Este puede venir dado por recesiones económicas, devaluaciones o conflictos sociales.
¿Qué factores influyen en el riesgo país?
Son varios los factores que califican un país y existen tres grandes grupos:
Económicos
Nivel de déficit fiscal (Ingresos – Gastos).
Crecimiento del PIB.
Relación Ingresos/deuda.
Consistencia de las políticas macroeconómicas.
Grado de diversificación de las exportaciones.
Sociales
Turbulencias políticas.
Presiones políticas sobre el gasto público.
Institucionales
Solidez y credibilidad de las instituciones.
Estabilidad jurídica y tributaria.
Seguridad pública.
Podemos también dividir los factores en dos tipos: económicos y políticos.
Los riesgos económicos y financieros son estructurales en cualquier país, con afectación en operaciones comerciales y de inversión. Elementos como el nivel de desempleo, la inflación, tasas de interés, la balanza de pagos… son algunos ejemplos.
En cuanto al riesgo político, que incluye la acción de los gobiernos y las fuerzas sociales, podría subdividirse en dos partes: la sociopolítica y la reguladora-administrativa.
¿Cómo se calcula el riesgo país?
El riesgo país es multifactorial y analiza muchos campos del conocimiento. Las fuentes de información al respecto se clasifican entre públicas y privadas. Las primeras incluyen gobiernos y sus agencias estadísticas, las ECA (Agencia de Crédito a la Exportación) de propiedad pública, los bancos centrales y las IFI (Instituciones Financieras Internacionales) y organismos multilaterales. En el caso de las privadas, hablamos de agencias de rating y otras agencias calificadoras, los bancos comerciales y de inversión, las compañías de seguros y los medios de comunicación. También existen asociaciones y centros de investigación (think tanks), públicos o privados, que aportan informaciones relevantes en sus informes de riesgo país.
En cuanto a la metodología y modelos usados, la historia nos confirma que el riesgo país es difícilmente predecible por los propios factores que pueden determinarlo. A pesar de ello, se han destinado muchos recursos a su evaluación y análisis, con diversos modelos. Según el Export-Import Bank de Estados Unidos, éstas son las categorías de modelos de riesgo país:
Cualitativos: Sin estructura fija. Informes que incluyen aspectos como la situación política, social, etc. Flexibilidad. No permiten comparaciones del indicador.
Cualitativos con datos estadísticos: Con estructura estándar. Permiten comparaciones. Ejemplo: Business Environment Risk Intelligence.
Cualitativos de scoring o checklist: Con estructura estándar. Permiten comparaciones. Requieren indicadores para asignar puntuaciones ponderadas en un rango conocido. Conocidos como Weighted checklist approach.
Cuantitativos: Calculan la probabilidad de default. Ejemplo: Country Risk Assessment Model, usado por la OCDE con carácter confidencial para determinar las primas mínimas del seguro de crédito a la exportación otorgado por las ECAs.
¿Quién lo mide?
El EMBI (Emerging Markets Bonds Index) o Indicador de Bonos de Mercados Emergentes es el índice del riesgo país de referencia y es calculado por J.P. Morgan Chase. También se utilizan otros índices como el EMBI+ y el EMBI Global, realizados por las agencias de calificación Moody´s, Standard & Poors (S&P) o Fitch IBCA. Todas ellas vigilan la capacidad de pago de los emisores de obligaciones.
